Fuimos a cenar en ferias y la verdad que quedé gratamente sorprendido.
✅ Personal amable.
✅ Local amplio, cuenta con varios salones.
✅ Buena carta y Precios aceptables. Ponen agua por defecto de forma gratuita.
✅ Las pizzas son muy grandes, gorditas y de sabor realmente buenas porque llevan mucho queso.
✅ Los postres mejor para compartir porque son enormes y una persona sola no se los acaba. Están muy muy buenos.
✅ Permite pago con tarjeta.
✅ Cuenta con terraza, ideal para el buen tiempo. En invierno imposible por el frío.
👉 El rissoto normalito. Me esperaba algo más.
❌ Cuenta con escaleras en la entrada por lo que es imposible que una persona con silla de ruedas, pueda subir.
Es la segunda vez que voy y no deja de sorprenderme. El menú por 20€ me parece un acierto ya que así puedes probar más platos pero ten por seguro que no vas a fallar con las pizzas. Mi compañera no come carne y me pusieron la mortadela por separado por si quería comer de la pizza. Una ración muy generosa de mortadela. Estaba todo realmente bueno y quedas muy lleno. El local es precioso y los baños son un lujo digno de estrella
La atención del personal es excelente. Pendientes de los comensales en todo momento. La terraza está preparada con estufas, pero la separación entre mesas debería ser mayor . El interior está muy bien decorado. Estuvimos 2 personas y pedimos 2 menús . En general todos los platos nos gustaron . Aunque a los chipirones les faltó un punto de sal. Los postres nos decepcionaron . Para ser un restaurante de cocina italiana, el tiramisu no me convenció y el ravioli relleno de queso menos aún. En definitiva, precio y calidad razonable, pero platos con luces y sombras.
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