Fuimos sin reserva, nos atendió una joven muy agradable y nos puso en lista de espera, nos llamo en cuando estuvo disponible una mesa en la terraza, tienes vistas al puerto deportivo de Sanxenxo, el restaurante auténtico lleva abierto desde 1943 y está reformado muy moderno, con sus fotos de sus antepasados originales. La comida muy rica, tienen pan sin gluten, rico, no de los que parecen chicle, tomamos los mejillones en escabeche naturales buenos, el pastel de centollo, se quedo plano no tenia la textura y sabor a centollo y sin embargo el pulpo excelente sabor y textura de 10 , nos íbamos a levantar y se acerco la misma joven que atendió al principio y nos preguntó qué tal habíamos cenado ? y se nos presentó que era Mari la nieta de la antigua dueña su abuela Aurora , en fin un encanto de gerente de su propio negocio , nos encantó el detalle , para la próxima escapada a Sanxexo no dudaremos en volver.
Muy recomendable ⭐️
Por fin un lugar donde llaman a las cosas por su nombre: volandeiras, que no zamburiñas. Exquisitas.
La tortilla para mi gusto un poquito sosa, pero de sabor excepcional y muy sabrosas las patatas.
El entrecot de buey espectacular, sin duda la estrella de la noche.
Hemos pasado un rato muy agradable, los camareros muy atentos y amables, eso sí, hay que tener paciencia y tiempo porque son pocos en terraza.
Sin duda volvería mañana mismo.
Ubicado frente al puerto deportivo con buenas vistas sobre la ria. Lugar agradable para comer, con buena calidad de producto. Precios algo elevados, en línea con los de la zona. Carta variada con buenos arroces y rico tiramisú. Un restaurante a tener en cuenta si vienes a Sanxenso.
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