Comentàrios Picoteos

El bar está un poco escondido, pero con una buena terraza y varios bares en la misma calle donde tiene la terraza, que por suerte le da una visibilidad que merece. Al estar entre dos edificios cercanos en zona peatonal, supongo que durante el día evitará el exceso de sol, lo que es positivo porque no me pareció ver sombrillas. Es el típico bar de tapas, pero va más allá de la típica ensaladilla, tortilla y montadito simple. Tiene algunas curiosidades que merece la pena probar. No estaba de momento incluido en la carta, pero los mini molletes de cola de toro estaban espectaculares, aunque debería dar la opción de pedir un en plan montadito y no solo de dos en dos. Las tortas de Inés rosales, como sustitutivo del pan de la casa, no es algo nuevo, pero sí me gusta como concepto al ser más ligero. En este caso pedimos la de salmón y aguacate que estaba realmente buena, y bien servida en cuanto a cantidad, no una fina loncha como he sufrido en toros sitios. El servicio, pese a que solo había un camarero y la terraza estaba completa, fue bastante rápido incluso cuando se le pedía simplemente un cubierto o un vaso de agua más. El precio bien ajustado. Hace pocos años, cobrar 4 € por un montadito hubiese sido un robo, hoy por desgracia es el precio habitual. Una muy grata sorpresa este bar que nos encontramos por casualidad porque buscábamos terraza y el de al lado ya estaba lleno, pero me alegro que así fuese para poder descubrirlo. Comida: 8 Precio: 7 Servicio: 8 Terraza 7

Bar de barrio con tapas muy conseguidas, con buen ambiente y buena atencion.El bar es pequeñito por lo que es mejor reservar mesa. Las tortas y el mejillon con arte lo mejor,entre lo mejor! La dueña y el personal son muy amables y te recomiendan.

Algunos de los manjares que podréis probar por muy poco, pero con un sabor único! Encantada con el servicio, la cercanía, la amabilidad, y sobretodo las sonrisas en cada uno de los camareros. ¡Volveremos seguro!

Muy bueno todo lo que comimos (canelon de pato, carne mechada, champiñones, torta de naranja y tarta de zanahoria). Los propietarios majísimos que nos lo explicaron todo y nos dieron sus recomendaciones. Recomendable al 100%

Estaba todo buenísimo, disfrutamos con la comida, en especial los mejillones y la burrata. Comimos en el interior, fresquitos, aunque también tenían mesas en terraza a la sombra. Está a 2 minutos de la portada de la Feria, lo q hace de éste una ubicación muy buena.