Lugar habitual que suelo visitar todos los viernes. Buena calidad,precio en la pizzas y sobre todo buen servicio,rápido y muy atento por parte de los trabajadores. Ya Joaquín conoce mis gustos y apenas llego él mismo me hace el pedido,muy atento.

Me fui aventurado a entrar en este local debido a un repentino pero intenso florecer de mi ferviente voracidad, así me aventé en este establecimiento. Así comenzó pues esta inolvidable experiencia que os recomiendo atender pues es seguro que acabareis satisfechos tras dicha redacción. Al entrar por las puertas de esta vetusta construcción, no obstante rehabilitada hasta lucir moderna y brillante para cumplir con la función de hospedar esta pizzería, lo primero que avise fue a mi grupo de amigos situados a mi derecha exactamente 12'34 grados en dirección al este según el eje cartesiano. Esto ya hizo que comenzase con buen pie como se suele decir. Les salude y me senté, recuerdo que descorrió la silla de forma un poco violenta, quizá por la emoción, quizás por accidente, quizás por el hambre batida con la amalgama de olores que usurparon los alrededores de mis receptores olfativos en ese momento, mi cuerpo volvió a sus raíces más primitivas heredadas de los primeros 'humanos' en su necesidad de enfrentarse por el alimento, la tensión de mis músculos se vio afectada y con ello la potencia de mi común movimiento. Continuando, una vez sentado he de admitir a mi vergüenza que nuestro volumen de voz se elevó ligeramente más de lo considerado habitual, sin embargo tampoco fue nada molesto más allá del ruido de ambiente causado por otras personas que también se encontraban disfrutando de nuestro derecho de suplir nuestro deseo, y de hecho necesidad de nutrición. Una vez sentado no paso mucho hasta que llegó el mejor momento de la noche, nos asistió un hombre bien perfumado y apuesto, un camarero en toda regla, con sus justas pero precisas palabras nos tomo nota como nunca había experimentado, antes de dame cuenta no sólo había realizado mi pedido, sino que sin tener en mente que iba a pedir 10 segundos antes, pase a sentirme completamente realizado y satisfecho por mi pedido. Ciertamente un verdadero maestro de la hostelería de lugares de comida rápida como ningún otro. La pizza estaba buena, todos nos pedimos un menú come y bebe de 6'99€ recomendados por el hábil camarero Guti. Solicite una pizza de masa finísima con Peperoni y bacon crispi, la devore a gran velocidad velocidad dato que demuestra la agradable respuesta de mi boca a tal pieza de alimento con semejante sabor. Un acto tan ordinario como masticar se vivió como ser acariciado por Zeus deleitándome con una melodía de los delicados pelos del arpa de Hermes. Sigo anonadado con el espejismo que experimenté al parecerme no sólo escuchar sino sentir en cada centímetro de mi cuerpo una música, una celestial melodía fruto del gentil y armónico balanceo en el eje de ordenadas de mis mandíbulas guiando cual elegante director de orquesta el incesante movimiento de mis molares abrazando mi apreciado regalo de los dioses entregado por el a mi humilde e indigno paladar entregado por el sin saberlo tan esperado mesías, Guti.