Encontré este restaurante de casualidad, tras ojear lo que había en TripAdvisor y me llevé una muy grata sorpresa.
Ni miré la carta porque fui en busca de la parrillada de pescado y marisco, que me pareció espectacular. Nos ofrecieron varios pescados frescos entre los que elegimos dorada y rodaballo. Al pescado lo acompañaron de boquerones, calamares, mejillones, jibia... Nos hartamos de cenar a un precio muy razonable por la calidad de la comida.
Además la atención de Marc y Peter fue muy atenta. Dos tíos campechanos con quién charlar. Lo recomiendo sin duda.
Una mezcla de Bar ingles y casa de pescadores, muy familiar. Los dueños son muy agradables. Las raciones son grandes y los platos sabrosos. Los postres caseros y deliciosos. Muy recomendable para ir un dia a cenar
Maravilloso. Producto de calidad (pescado fresco) cocinado correctamente, sin florituras innecesarias. Yo creo que vale la pena venir. Y ademas el trato es muy humano :)
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