Muy buena experiencia. Platos muy ricos, abundantes y buena relación-calidad precio. Personal muy amables y servicio muy rápido.
De primero pedimos croquetas variadas y estaban riquísimas. De segundos fabada asturiana, solomillo al queso de cabrales y merluza con gambas y almejas.
Por poner pegas: el pan algo caro (1,3€ cada trozo) y no tenían sidra de escanciar. Por el resto bien.
Comimos dos celíacos sin ningún problema, adaptan casi todos los platos, tiene croquetas de jamón sin gluten, escalopines y cachopo sin gluten. Servicio muy atento en cuanto nos sentamos nos trajeron pan sin gluten bien calentito, teníamos reserva. Todo estaba muy rico.
Un buen restaurante de cocina tradicional. Especial mención a los platos de cuchara de la cocina tradicional Asturiana. Pote y Fabada no faltan de la carta. Una carta extensa con gran variedad.
Postres caseros tradicionales con mucho oficio.
Buenos vinos. Esta última vez tomamos un vino de Cangas. Un tinto de corte atlántico que recordaba a algún Rías Baixas tinto.
Bien asesorados y bien servidos.
Disponen de comida para llevar de su carta. Fabes, pote, etc. Todo bien embarquetado y realizado en su obrador. Muy currado
Un lugar para repetir muchas más veces.
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