La comida y la simpatía de sus camareros es lo que hace de este humilde lugar una parada para poder comer en gran cantidad por un módico precio. Las tapas muy buenas, la comida abundante aunque la atención tarda un poco en hacerse presente. (No obstante, si tienes prisa, vas a la barra y la solicitas, no vayas de señoritingo)
Nosotros paramos en la terracita para tomar algo. Es muy agradable pues estás en pleno casco antiguo justo al lado de la catedral de Tarragona. Pedimos un par de cervezas y agua y nos pusieron unas avellanas al natural sin tostar y unas aceitunas. Hay menú para comer y cenar. Estuvimos muy bien. La camarera es muy maja.
Local con una situación inmejorable,en pleno casco antiguo,que no os asuste el aspecto del mismo,la humedad del local lo achacamos a la ubicación del restaurante.
Pero la comida es espectacular,la relación calidad precio con el resto de sus vecinos no tiene comparación ni comprensión,su variado menú, tanto el de tapas (8,50€) como el habitual (9,50€).
Añadir el servicio,trato y amabilidad,la chica sirve los platos sin prisa pero con una pauta de profesionalidad que es de elogiar.
Lo dicho,muy recomendable y también muy a mejorar la limpieza del local,pero que no empaña la calidad de comida que sirven diariamente.
Mención especial para sus postres...
Golososss...este es vuestro templo.
Volveremos sin dudarlo.
Gracias Tarragona....
An error has occurred! Please try again in a few minutes