Totalmente recomendable, la comida está muy rica y si te gusta el buen vino puedes elegir por copas entre muchas referencias. Si te gusta un sitio tranquilo, este no lo va a ser, es un local pequeño y siempre está lleno pero merece la pena por la comida.

Un lugar agradable y acogedor para picar algo o cenar a base de raciones. El local es pequeño y suele estar lleno, sobre todo los fines de semana, por lo que conviene reservar (subo una foto con el número de teléfono porque el que aparece cuando buscas en la Red es incorrecto) o llegar temprano. No es fácil encontrar sitio para aparcar en esa zona, así que esa es otra razón para ir pronto. En el local hay una zona con mesas altas, para picar o comer a base de raciones, y otra al fondo con mesas "estándar" para comer o cenar en plan más formal. Nosotros vamos siempre a la zona de mesas altas, aunque no hay demasiado espacio y a veces estamos un poco apretados pero, como dice el saber popular: "sarna con gusto no pica". La carta de raciones es amplia y surtida. Todo está muy bueno, el género es de calidad y las raciones son generosas. A nosotros nos gustan especialmente los huevos rotos con jamón, los filetitos de venao y el torrezno, que está para repetir si no fuese porque luego se disparan los triglicéridos. Las flores de alcachofa y el bacalao también han triunfado cuando los hemos pedido. En realidad, nunca hemos pedido nada que no nos haya gustado. Fuera de carta también ofrecen opciones, aunque hasta ahora no hemos probado. El trato es atento y cordial. Te puedes fiar de las recomendaciones del personal, tanto en lo que se refiere a los platos como a las cantidades. Nosotros nos hemos venido arriba alguna vez, a pesar de sus consejos, y luego nos ha costado terminarlo todo. Somos devotos de la cerveza pero, para quien prefiera el vino, tienen una carta amplia y de muy buena calidad. No es barato pero, teniendo en cuenta la calidad y la cantidad de las raciones, valen lo que cuestan y tampoco cuestan tanto, la verdad. No es el mejor sitio para venir con niños pequeños ni tampoco si buscas paz y armonía. Aquí hay jolgorio, risas y buen rollo en general, pero a bastantes decibelios y apretaos. Algunos nos sentimos como en casa en sitios así pero entiendo que no es para todos lo públicos. Yo, desde luego, lo recomiendo a todos aquellos que quieran disfrutar de buena comida en un ambiente cordial y distendido por un precio razonable.