Estuvimos ayer cenando en el Westin con motivo del cumpleaños de mi yaya y he de decir que fue una experiencia maravillosa. La comida estaba muy buena, pero sin lugar a duda lo que más quiero destacar es el servicio de nuestro camarero. Luis Eduardo nos amenizó toda la noche e hizo que se nos pasara bastante rápido, ya que cuando nos dimos cuenta ya eran casi las 12 de la noche. Se ofreció a hacernos varias fotos para tener un bonito recuerdo de esa noche y se interesó en todo momento por nuestra comodidad, trayéndonos almohadones para apoyar la espalda. Que la comida en los restaurantes esté buena es algo primordial pero si el servicio es malo, por muy buena que esté la comida no te apetece volver a ese sitio. Gracias a Luis Eduardo, pasamos una noche increíble y estoy segura de que volveremos. Hoy en día encontrar un servicio así de bueno cuesta bastante. Enhorabuena por el gran camarero que tienen en su restaurante.
Hacia tiempo que no veníamos por este lugar. Como siempre lo recordábamos. Buen situado, buen servicio, un lugar para relajarse en solitario, pareja o amigos. Totalmente recomendable. Hoy especial mención al servicio. En este caso la carta con sopa de melón con quisquillosa y aguacate, lubina con verduras asiáticas y fruta variada. Volveremos.
La comida sublime, tapas elaboradas, exquisitas y gastronomía de la tierra, sin artificios pero deliciosa. El servicio y la atención la mejor baza, muy atentos y con sugerencias adecuadas. El entorno inmejorable, tranquilidad y un precioso jardín. Buena opción también para tardeo con sus cócteles en el local anexo.
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