Lugar grande y muy agradable, con mesas en sala y en terraza. Aunque la carta es algo escasa, los platos que elegimos estaban riquísimos. El camarero fue muy atento y simpático en todo momento.
Lugar especialmente tranquilo y muy bien situado en el cual puedes cenar muy tranquilo y la verdad que merece la pena . Comida bastante buena y las hamburguesas bien , no sobresalientes pero bien . Y las tartas de postre muy muy buenas. Buenos profesionales y la decoración muy buena . Sensación de estar de vacaciones con muy buena música de fondo . Recomendable para pasar una bonita y tranquila velada..... También estuve en la piscina y comí en el restaurante de abajo y la verdad que no tiene que ver nada con el de la parte de arriba. No había de nada ni siquiera helados , bebida muy poquita y en la carta de comida faltaban la mitad de las cosas . Es que podían tener un poquito más de consideración porque precisamente los meses fuertes de la parte de abajo es cuándo abren la piscina y si vas a comer un fin de semana y resulta que no tienen de nada pues me parece un poquito patético lo que hacen al final es que la gente se lleve su comida y su bebida ir al restaurante.
Muy buena cocina, ambiente de terraza alejado del bullicio del centro, un estupendo Steak tartar, y las croquetas estaban muy cremosas, el risotto es un falso risotto (y no te lo avisan) pero estaba bueno...
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