Restaurante muy acogedor con personal amable y atento
Parece que haya mucho barullo de gente en la entrada pero el comedor está situado en la planta superior, con un decorado muy llamativo.
No nos convencían del todo los menús asi que pedimos de carta, lo que se ve en las fotos más un entrante del día (chipirones a la brasa) siendo un total de 66 por cabeza aprox (2 comensales) por lo que fue precio parecido al de un menu.
Con solo un entrante, el chuletón y los postres nos hubiesemos quedado bien, pero la gula nos pudo!
La tarta de queso es de las mejores que he probado, imprescindible probarla
Servicio y atención de 10. Cenamos el menú chuletón (puedes cambiar el postre avisando con antelación). Estaba todo increíble y el chuletón no defrauda. Bonito detalle con el postre de mi pareja por su cumpleaños.
Restaurante emblemático de vitoria. Edificio del siglo XV. Totalmente remodelado. Su oferta gastronómica es de un nivel muy alto. Producto de calidad y ejecutado a la perfección. El rodaballo delicioso. El bacalao al pil pil exquisito. Y la pantxineta riquísima. De mis restaurantes preferidos. Y la bodega tiene un encanto especial. Digna de visitar.
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