Doy fe de las reseñas que he leído, buena comida, buen servicio y calidad en los platos
Paramos y no hay mesa, o eso creíamos, rápidamente nos montan una, genial, atención muy correcta y divertida por parte del camarero, profesional sobresaliente, de los de la vieja escuela, magnífica experiencia en la curva, si señor.
Adjuntamos las fotos de los platos vacíos porque no dio tiempo a hacerlas antes de lo rico que estaba todo.
Para finalizar, un café asiático, que Leonardo ha hecho con mucho cariño, suave de sabor extraordinario.
Buscábamos algo para comer en condiciones y cerca de donde estábamos. Fue todo un acierto. Pedimos entrantes tales como croquetas, jamón y queso y un queso caramelizado y arroz de matanza que es con embutido y siempre hueco para el postre que al ser casero poco malo tiene. Estaba todo muy rico, el servicio de los camareros excelente y la atención sublime. Para ser un restaurante de "carretera" estuvimos muy agusto y cómodos. El precio para todo lo que comimos y bebimos estuvo aceptable. Para repetiiir.
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