No entiendo como este pequeño restaurante no está lleno. A la carne excelente, se le une un trato maravilloso. Girona no es tan grande como para que haya excusa de que está lejos. Realmente vale la pena venir a comer aquí.
En la foto churrasco y secreto ibérico, perfectos en punto y sabor a brasa delicioso, con guarnición de verdura y patata asada, ¿qué más se puede pedir?.
El restaurante está algo apartado del bullicio del casco antiguo de Girona, un inconveniente para los visitantes veraniegos y una ventaja para los autóctonos. El local es pequeño y sin aire acondicionado resulta algo caluroso pese a los ventiladores. La carta se compone pricipalmente de platos sencillos a la brasa, presentados sin alardes pero de muy buena calidad y en su punto. A destacar la amabilidad y atención del camarero.
Restaurante muy recomendable. Platos muy sabrosos y atención excelente. Merece la pena probar las patatas de Olot y las carnes a la brasa. De postre probamos la crema catalana que también estaba buenísima. La relación calidad - precio es excelente. Si pasáis por la zona, imprescindible probarlo.
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