Es un restaurante muy bien ubicado, junto al parque del Drago milenario, muy acogedor. Puedes comer comida típica canaria casera y rica. Los precios son un poco altos, aunque las raciones son bastante generosas. En nuestro caso fuimos un día muy caluroso y como el local no está aclimatado, pasamos muchísimo calor. Por otro lado, el servicio fue muy amable en todo momento.
Veo reseñas muy negativas que en absoluto hacen justicia a la verdadera esencia de este lugar. Critican el bajo número de opciones y no es cierto. Verdaderamente no es una carta muy extensa pero lo que si es cierto es que lo que ofrecen es de una calidad exquisita y todo está delicioso. Te preguntan claramente si quieres pan o no, obvio mucha gente no come y es malgastar comida, se sorprenden porque lo cobran... obvio a ellos ese pan les cuesta, me hace gracia precisamente porque mayormente la nacionalidad de la gente que lo critica, viven en un país, donde en los restaurantes te cobran hasta por respirar y yendo a lo importante, el servicio es espectacular, amables, simpáticos y merece muchísimo la pena. El ambiente es genial, guarda la esencia de la auténtica casa de comida Canaria, ya que realmente lo es por su antigüedad. En definitiva, dadle una oportunidad obviando esas críticas típicas de consumidores de hoteles de"todo incluido" si de verdad queréis algo auténtico.
De los mejores restaurantes de la isla, comida muy buena, atención más de 5 estrellas ya que estaban muy atentos y eran muy amables. Buenas sugerencias. Los postres y el queso frito lo mejor. Y además de bueno y barato. 100% recomendado. Sin duda volveremos.
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