Típico restaurante de comida india. La decoración y sobre todo, el olor a curry y a picante, te trasladan a Nepal. Lo malo, que el olor te lo llevas a casa...
Buen servicio, muy amables. Comida buena, con preparaciones tradicionales y sabores quizá, un poco repetitivos: casi todo sabe a curry.
Cuidado con las cantidades, ya que son platos saciantes. Para cuatro personas, además de algún entrante, recomiendo pedir un plato de arroz por cabeza y como mucho, dos cazoletas de comida. Nosotros pedimos cuatro y nos pasamos con mucho.
Muy buen detalle por parte del servicio: al traernos la cuenta, nos obsequiaron con un sorbete de mango. Buenísimo.
Recomiendo ir al menos una vez, aunque solo sea por vivir la experiencia.
Salimos a 25€ por cabeza.
Un servicio y comida espléndidas. De entrante pedimos una cebolla bhaji que estaba muy buena, con mucho sabor. Para los platos principales, la camarera tuvo la amabilidad de recomendarnos distintos platos de la carta que combinaran picante y dulce para todos los gustos, fueron dos de pollo, un cordero y unas gambas. Lo acompañamos con unos naan de queso deliciosos, un arroz blanco típico y un arroz con coco que fue un absoluto acierto por la combinación de sabores. Encima nos invitaron a un chupito de mango sin alcohol que estaba fantástico. Sin duda volveremos a seguir probando más platos.
Excelente! Ya hemos estado varias veces. La comida muy buena, todo super limpio y la atención excelente.
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