Vinimos recomendados por unos amigos y no nos defraudó. Fuimos cuatro amigos y no dudamos en probar algunas de las recomendaciones que nos habían hecho y otras que elegimos al azar. De entrantes pedimos, croquetas de pisto y queso (eran lo que anunciaban, no las volvería a pedir, dado que el rebozado era espeso); unas algas con piñonesy pasta de aceituna negro (muy original pero, para mi gusto, tenía mucho sabor a aceite) y taquitos de atún con tallarines en salsa de kimchi, sin duda un must en la lista, riquísimo). De segundo, probamos su con salsa de boniato Dulce y patatas fritas, las cuales estaban espectaculares, tanto que ordenamos otra más.. plato más que recomendado y un pollo crunchy con salsa agridulce y albahaca, también otra recomendación a pedir. Los postres fueron un tiramisu y piña con mascarpone y lima, sin dudarlo me quedaría con este último. Sitio agradable para venir a comer con amigos. La puntuación general de los entrantes (de mis amigos y mia) fue de un 6-7; de los principales un 9 y los postres, tiramisu un 6,5 y la piña un 10.

Es un restaurante pequeño pero moderno. La comida está muy buena y a buen precio. Los camareros todos super atentos, majos y rápidos atendiendo. Éramos 3 y comimos 4 platos y un postre, con cervezas y alguna copa de vino por unos 100 euros. Los noodles con atún rojo y el cebiche, brutales. Volveremos. Gracias.