Llegamos hasta Veneguera siguiendo la carretera de camino a La Aldea de San Nicolás, y guiados por las buenas reseñas leídas, decidimos pasar por el restaurante sin reserva para ver si podíamos comer. Aunque estaban llenos, nos hicieron hueco en una de sus mesas de la terraza y, aunque era un domingo de muchísima calor y el sol pegaba con intensidad, atendieron nuestra petición de sombra (porque hubiera sido imposible estar tanto rato al sol) y enseguida consiguieron que todos estuviéramos a la sombra. El equipo de camareros fueron super atentos y amables, a pesar de tener lleno el restaurante con grupos numerosos y se preocuparon de que tuviéramos un rato agradable, como así fue. Pedimos la ensalada de la casa, muy contundente y de gran cantidad de ingredientes como mango, anacardos, nueces, pimiento rojo, aceitunas, pasas, tomates, queso blanco... que disfrutamos muchísimo en un día de calor sofocante. Las croquetas de atún caseras estaban riquísimas y nos sorprendió su tamaño y la cantidad que ofrecen, a diferencia de otros restaurantes en los que suelen ser más pequeñas y menor cantidad, y se agradece mucho. Terminamos con pollo en salsa de mango, con verduras, que fue la guinda. Nos encantó. Un restaurante que ofrece comida diferente y original y que, si estás leyendo esta reseña porque estás planteando pasar por allí, te recomiendo absolutamente.

Mis primeras 5 estrellas. No tengo palabras para describir la maravillosa experiencia…, recomendado200%, platos magnifícame te elaborados , servicio atento, con dedicación y esmero… ESPECTACULAR. Enhorabuena a los propietarios porque esto si que es hostelería de calidad!!