NOS ENCANTÓ esta taberna gaditana en el corazón de Murcia
Se merece un 10 en toda regla! Calidad/precio 10!!!
Servicio y trato genial. Estuvieron muyy atentos durante toda la cena.
Nos atendió el camarero Chesco y fue todo un amor.
El dueño, Juanma, un Gaditano con arte, encanto y profesionalidad, salió a visitarnos. Nos recomendó y explicó los platos y se preocupó que todo estuviera a nuestro gusto
Ensalada Capresse
Base de tartar de tomate con una increíble mozzarella búfala BRUTAL, acompañada con unas tostas caseras de pan
Una mezcla espectacular con lo mejor de Italia y Cádiz en un mismo plato
Pan Bao de cazón en adobo
Con cazón en adobo crujiente acompañado con un pico de gallo de verduritas frescas y mezclado con una salsita deliciiiosa 🤩
Tartar de Tarantello
ESPECTACULAR 😍 de los mejores tartares que he probado! Atún fresco, sin aderezos pesados, sin aguacate, sin salsas que le resten sabor… únicamente el tartar en su salsa para posar en las tostadas y únicamente GOZAR de cada bocado
Cazón de gallopedro tierno y jugoso, con una suave textura y un sabor inigualable que te transportará directamente a las costas de Cádiz. Acompañado de mayonesa de wasabi, que estaba increíble 💘
POSTRE: Tarta de queso “Estás Como Una Cabra
Tarta de queso casera con leche de cabra Payoya. Increíble sabor a queso payoyo, acompañado de helado de un helado de sabor a avellana, mezclado de brandi y Pedro Jiménez… UN DIEZ🤩
Un sitio perfecto para aprovechar el buen tiempo en su terracita! tienen un salón interior precioso, con barrita y una mesa
Maravillosa experiencia. La comida deliciosa y la atención muy cordial, explicando los detalles de cada plato y producto. Al principio el servicio fue lento hasta que vinieron a tomar nota, pero mereció la pena.
Luces y algún despiste. Se come productazo y se paga en consecuencia. El ambiente es alegre y servicial, representa bien a Cádiz. En nuestro caso personal: pedimos un vermú y al probarlo, nos dimos cuenta que era vino de Jerez, muy rico, pero nada que ver. Nos recomendaron pedir el cazón de adobo porque supuestamente era sin gluten, pero cuando nos lo sirvieron, (por suerte) un chef estuvo atento y nos alerto de que tenía trigo, así que tuvimos que cambiarlo. Nos ofrecieron pan, pero lo rechazamos porque era con gluten, aún así nos lo cobraron. A pesar de estos despistes, el personal fue encantador y nos fuimos con buen sabor de boca. Repetiremos.
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