Tan sólo estuve en la zona de restaurante por lo que no puedo opinar del alojamiento. Estuvimos la familia una tarde de fin de semana. El establecimiento es bonito. En la zona de cafetería o bar no hay mucho espacio para grupos grandes, son pocas mesas. La zona de restaurante está dentro, sin problemas. El servicio bien y todo lo demás correcto
Fantástico lugar. Trato exquisito. Cena impresionante. Cenamos unas 30 personas y todo estaba muy bueno , fue abundante y el servicio cordial, casi familiar y muy profesional.
Pedimos varias cosas para picar , no sabría decir a cual mejor, quizás las tostas de bacalao y como fuerte la moraga que estaba increiblemente buena y en su punto.
30 personas no se pueden equivocar en el diagnostico.
Mis felicitaciones a Marta y a Carlos.
Estuvimos en el restaurante cenando y espectacular, es la palabra que lo define.
El patio interior con sus mesas, luces, naranjo, limonero hacen encantador el lugar.
La comida magnífica, todo estaba muy rico, cocina casera a un precio que da gusto. Pedimos calamares, huevos rotos, croquetas de pollo y gambas y todo estaba exquisito.
Gracias por hacerlo tan sencillo y agradable. Si alguien me pregunta dónde comer en Trujillo, no dudaré en decirle que venga al restaurante Emilia.
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