Llegamos a las 20:00 y estábamos solos por lo que el servicio fué bueno y rápido. Nos pusieron un aperitivo (aceitunas) para hacer más amena la espera. De primer plato pedimos provolone, era la 1 vez que me lo ponían sin tomate y me pareció un poco simple. Los otros 2 platos fueron spaghetti frutti di mare y risotto a la carbonara y estaban bien de cantidad y sabor pero lo mejor de todo fué la panacota de postre, una auténtica delicia. Con el descuento del tenedor se queda un buen precio
Pedí un risotto de arroz con boletus y otras setas que esta de muerte, realmente delicioso, y unos rollitos con pollo, verduras y salsa rosa también riquísimos. La comida estaba realmente bien, muy rica y la presentación era muy bonita. Merece mucho la pena y el ambiente es agradable.
Fuimos unos compañeros de trabajo a comer aquí, con menú cerrado y barra libre de cerveza (15 euros). Buena cantidad y buen sabor de los platos. El personal muy amable en todo momento.
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